La difusión de este manual no tiene por objetivo oponerse a las empresas de manera gratuita, ni torpedear la actividad económica, ni promover una agenda política a favor de partidos o grupos al margen de la ley. Sino ofrecer elementos para quienes, ya sea por amor a la naturaleza, por razones de conciencia o porque se vean directamente afectados por megaproyectos, quieran organizarse en defensa del medio ambiente.
Qué bien sería que las empresas contaminantes fueran capaces de detener y remediar por sí mismas los daños que ocasionan; qué bien sería que las autoridades no permitieran la destrucción del medio ambiente; qué bien sería que no fuera necesaria la existencia de grupos ecologistas. Sin embargo no vivimos en tal mundo.
MadreSelva, un colectivo de Guatemala, ofrece en línea este manual en el que se promueve la defensa del medio ambiente mediante la resistencia pacífica. Está inspirado en las figuras de Gandhi, Martin Luter King y Chico Mendes. Está
dirigido a los afectados por megaproyectos, tales como la construcción de grandes represas, minas, autopistas, termoeléctricas, plantas nucleares, mega complejos turísticos, grandes centros comerciales, urbanizaciones mal planificadas, entre otros.
¿Por qué es necesario un manual?
Muchos movimientos ecologistas suelen conformarse de manera espontánea, los une la energía, la indignación y la motivación de personas que trabajan voluntariamente, aunque, en ocasiones, de manera un poco desordenada. Sin embargo, para obtener resultados se “requieren organizaciones sólidas, con disposición y claridad de sus miembros para comprender el papel que juegan, contar con líderes mujeres y hombres lúcidos y honestos. Dentro de los factores indispensables para lograr los resultados que nos proponemos, está el contar con un buen plan y una estrategia realista y eficaz”. En este sentido, el manual propone:
1. Conocer nuestros derechos, saber cuándo son violados y qué leyes los garantizan.
2. Seguir y recopilar los artículos de prensa sobre el problema ambiental que queremos combatir.
3. Definir el objetivo en una sola frase como “Detener la construcción de la refinería en nuestro municipio” o “Eliminar el basurero clandestino”.
4. Identificar aquellas organizaciones que nos pueden apoyar (tales como ONG), ser neutrales (medios de comunicación) o estar en contra (empresas), tanto en el plano internacional, como nacional y local.
5. Estudiar al adversario principal: “Es necesario conocer cuáles son los intereses que lo guían, cómo ha actuado en casos similares ocurridos con anterioridad, quién o quienes lo representan y lo dirigen, donde obtiene los recursos financieros, qué apoyos políticos nacionales e internacionales tiene. Cuáles son sus puntos débiles y sus fortalezas”.
6. Conocernos a nosotros mismos: “Reconocer nuestras debilidades nos permite trabajar sobre ellas para tratar de superarlas o compensarlas. Al detectar nuestras fortalezas, sabremos usarlas cuando sea oportuno para lograr avances. Podemos anotar en un cartel cuáles son las principales Fortalezas y Debilidades que hemos identificado, para tenerlas presentes a la hora de planificar las estrategias”.
7. Definir una estrategia en tres sectores: las acciones jurídicas, la comunicación y las movilizaciones pacíficas (manifestaciones, marchas, mítines, etc.). “Para lograr mejor impacto seamos creativos para realizar las movilizaciones. Si repetimos las mismas formas ya conocidas, nuestra acción no va a trascender. Pero si pensamos en algo novedoso y atractivo los resultados serán una mejor cobertura de los medios, comentarios favorables de la gente y mayor difusión de nuestro planteamiento”. Hay que distinguir igualmente entre dos tipos de estrategias: “Las estrategias de corto plazo se dirigen a responder a requerimientos más urgentes, tal como la resistencia a acciones contaminantes y destructivas del ambiente. Las estrategias de largo plazo tienen objetivos que toman más tiempo y recursos para llevarse a cabo. Incluyen las medidas para concretar procesos alternativos de desarrollo para las comunidades afectadas por megaproyectos”.
8. Usar los medios de comunicación: “Si nos quedamos en silencio, si no usamos los recursos informativos, desperdiciamos oportunidades y nos marginamos. El activismo social, político y cultural, sin manejo adecuado de medios de comunicación, renuncia implícitamente a difundir su propuesta, y por tanto, a ganar simpatizantes o adeptos a su causa”.
9. Organizarse de manera democrática e incluyente y distribuir tareas entre los diferentes miembros.”Tanto al interior de la organización, como en el plano de la ciudadanía, las decisiones que han sido apoyadas y tomadas por varias personas, cuentan con una base más sólida y amplia que les da validez y vigencia. Si un pueblo ha participado en la toma de decisiones, se siente parte del proceso, trabaja con más empeño en él y lo defiende de sus eventuales enemigos”.
10. Conseguir recursos materiales del bolsillo de los propios miembros, recaudando donativos o apelando a ONG aliadas (ver punto 4). Es necesario tratar de ser lo más independiente posible. No vender sus ideales a cambio de dinero.
11. Identificar la estrategia del adversario:
Manipulación de medios: Las empresas divulgan información sesgada a su favor, utilizan a columnistas pagados. Mandan a hacer reportajes. Presionan a los medios para despedir o censurar a periodistas solidarios con las causas ecologistas. Imprimen y distribuyen grandes cantidades de folletos y volantes con información tendenciosa o con francas falsedades.
Compra de organizaciones ambientalistas: Para presentar ante la opinión pública, versiones amañadas que minimizan los impactos ambientales y exageran los beneficios de sus operaciones y empresas. De igual manera utilizan a personajes prestigiosos para dar declaraciones a su favor. Compran voluntades, invirtiendo grandes sumas en pagos a personajes corruptos.
Visitas guiadas a las instalaciones del proyecto: son dirigidas a convencer al público desinformado sobre las bondades y ventajas del proyecto. En ellas se omite toda mención a los impactos negativos y se exageran los positivos. Es común el uso de argumentos llenos de tecnicismos que intimidan a los visitantes y afirman la “autoridad científica” de los asesores de la empresa.
Intimidación: Amenazas a las personas que están en desacuerdo con sus pretensiones. Seguimientos demostrativos a opositores claves para amedrentarlos.
Fomentan la desconfianza y el divisionismo entre las comunidades y organizaciones en resistencia por medio de chismes, difamación de líderes, etc.
Control: Escucha clandestina de llamadas telefónicas a los activistas y grupos en resistencia. Pago a empresas privadas que realizan investigaciones de inteligencia para mapear a las organizaciones en resistencia. Intercepción de los mensajes de correo electrónico para anticiparse a los planes y acciones de los opositores a la destrucción de la naturaleza. También utilizan la infiltración de informantes dentro de las reuniones y actividades de los grupos en resistencia.
Criminalización de la protesta social: Utilización del sistema legal para perseguir a dirigentes y activistas que se oponen a sus intereses. Como órdenes de captura, querellas por difamación o calumnia, etc.
Acciones represivas: Por medio de la contratación de fuerzas privadas que forman verdaderas bandas paramilitares para realizar secuestros y asesinatos de líderes y activistas.
Uso de la fuerza pública: Con gobiernos pro empresariales y corruptos es previsible que las empresas depredadoras consigan todo el apoyo de los gobiernos de turno para cumplir sus planes y objetivos.
Compra de líderes: Se aprovechan de la falta de valores éticos y morales de algunos líderes y los compran de diferentes formas, ofreciéndoles trabajo con altos salarios, viajes, dinero en efectivo, candidaturas a cargos de elección popular, etc.
12. Autoprotección: “Ante los intentos de desmoralizarnos, atemorizarnos, controlarnos, desprestigiarnos, corrompernos, neutralizarnos, aislarnos, dividirnos y eliminarnos, hay que estar preparados y alertas. Para protegernos hay que estudiar el tipo de amenazas que se ciernen sobre nosotros y conocer nuestras fortalezas y debilidades (ver punto 6). Dependiendo del tipo y la intensidad de las amenazas a nuestra seguridad, podemos eludirlas, confrontarlas o compartirlas. Al identificar nuestros puntos débiles, podemos tomar medidas para superarlos, como por ejemplo en la ubicación de nuestros locales de trabajo, en la preparación de viajes y movilizaciones. Una cuestión clave es proteger nuestra información almacenada en las computadoras. Para ello existen programas para cifrar archivos y discos duros, y así obstaculizar el acceso del adversario a nuestros planes e iniciativas. Lo mismo se puede hacer para proteger nuestras comunicaciones por medio de correo electrónico. Debemos ser muy cuidadosos al hablar por teléfono sobre nuestros planes y actividades, pues la tecnología para hacer escucha clandestina de las llamadas telefónicas tanto celulares como domiciliares, es relativamente simple y está en manos de las empresas privadas de seguridad que asesoran a las compañías. Para terminar con este punto, hay que señalar que las medidas de protección, para que sean eficaces, deben tener un carácter preventivo y no curativo, porque “a golpe dado, no hay quite”. Por este motivo, la vigilancia en la aplicación de las medidas de seguridad debe ser permanente y sistemática”.