domingo, 13 de septiembre de 2015




Earthforce


Acabo de leer Earthforce (1993), manual de estrategia ecologista del capitán Paul Watson, fundador de la organización de defensa del océano Sea Shepherd.   


La primera edición fue escrita un año después de que Paul Watson asistiera a la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992), como reacción a la inacción de los países presentes, los cuales siguen reuniéndose periódicamente sin que la amenaza que pesa sobre la vida en la Tierra haya sido resuelta. 

En la introducción a la edición francesa (Actes Sud, 2015) Paul Watson nos recuerda que según la ONG GlobalWitness, 908 ecologistas han sido asesinados en el mundo desde el inicio del siglo XXI. La gran mayoría en países de América Latina como Brasil, Honduras, Colombia y Perú. Estos crímenes parecen beneficiar a las industrias extractivas, forestales, de la energía y al sector agropecuario.

Paralelamente, el planeta Tierra está padeciendo la sexta extinción biológica masiva; pero, por primera vez, no por causas naturales, como volcanes o meteoritos, sino debido al estilo de vida y la demografía del ser humano. Somos responsables de la desaparición de cientos de especies y la lista sigue en aumento. 

En este contexto de inacción política, conflicto por los recursos, persecución de los ambientalistas y extinción acelerada de especies, ¿cómo lograr que tenga éxito el movimiento ecologista? El libro pretende aportar las herramientas para responder a esta pregunta.

La comunicación es muy importante. Ya lo decía Napoleón: "Diez personas que hablan hacen más ruido que diez mil que se callan" o "Cuatro periódicos hostiles son más temibles que mil bayonetas" (citas tomadas de Earthforce). El movimiento ecologista debe, en efecto, servirse de los medios de comunicación para cambiar las mentalidades y alertar sobre la destrucción del medio ambiente. Sin embargo, Sea Shepherd va un paso más allá, en la medida en que se vale de la confrontación y el sabotaje de los barcos pesqueros ilegales, siempre y cuando dichas acciones no hieran a nadie ni supongan una violación de la ley.       

Paul Watson considera también que la explosión demográfica debe contenerse, no solo para evitar el colapso de nuestra propia especie sino para disminuir la presión sobre los ecosistemas que ocasiona nuestra voracidad de recursos. Dice a propósito del aborto: 

"Mientras el feto esté físicamente conectado a su madre, ambos forman una sola persona. El feto no es un individuo, mientras no pueda vivir independientemente de su madre. En consecuencia, la mujer, que es dueña y soberana de sí misma, tiene todo el derecho a juzgar y decidir sobre el bienestar y el futuro de su cuerpo. Cuando la sociedad proclama que la ley está por encima de la libertad de la mujer a decidir sobre su propio destino, una tal legislación supone una intrusión brutal del Estado. Forzar a una mujer a procrear contra su voluntad constituye una violación"

[La totalidad de la reseña será publicada en breve]



Links
Earthforce (a la venta en el sitio web de Sea Shepherd).  

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