sábado, 28 de mayo de 2011



La hora 11 (2007)

Tal vez lo recuerden por (aburridas) películas como La playa o El hombre de la máscara de hierro. Para los que no hayan tenido ya bastante de Leonardo di Caprio empañando los vidrios del Titanic, vuelve a la carga con este documental ecologista, en el cual levanta un balance del mundo en temas claves como deforestación, calentamiento global, contaminación y explosión demográfica. Desfilan por la pantalla especialistas que ofrecen cifras y datos interesantes, por ejemplo:

Mientras la humanidad obtuvo la energía de la luz solar (que alimenta a las plantas, y éstas a los animales, los cuales proporcionan transporte, vestido y comida al hombre) la población mundial no superó los mil millones de habitantes. Hacia 1800 ese era el total de personas sobre la tierra. Pero con la revolución industrial (sustentada en el carbón y el petróleo) llegamos en 1930 a dos mil millones personas. Y en 1960 a tres mil millones. Y en solo cincuenta años la humanidad se duplicó pasando a siete mil millones, que es la población actual. A ese ritmo seremos diez mil millones en 2050. Y ya podemos imaginar lo que eso implica en demanda de alimentos y recursos. ¿Es viable un planeta con tanta gente?

Por lo demás, La hora 11 es un documental dirigido a los estadounidenses de buena conciencia, aquellos que compran vehículos híbridos y viven en mansiones ecológicas (como el propio Di Caprio), pero que no están dispuestos a renunciar a unos privilegios levantados sobre la expoliación del resto del mundo. Tan alejados de la vida del común de los mortales están los actores de Hollywood, que para ellos el ecologismo se plantea en términos de no viajar en jets privados sino en vuelos comerciales. Pero la crisis ecológica es justamente la crisis del modelo americano, que está basado en el derroche, el entretenimiento y el confort. ¿Acaso no son esos los valores que Hollywood representa? Tal vez, el primer sistema de privilegios que haya que desmontar sea aquel por el cual estas estrellas amasan fortunas superiores a muchas economías del tercer mundo. Por lo pronto, se limitan a darnos lecciones de buena conducta.

miércoles, 25 de mayo de 2011



Hombres en peligro (2007)

En los últimos años, nuevas sustancias químicas que afectan los sistemas hormonales han sido propagadas en el medio ambiente, sin que se hayan hecho estudios sobre su impacto a largo plazo. Lo queramos o no, somos las cobayas de este gran experimento global.

Dichas sustancias son conocidas como disruptores endocrinos porque alteran el sistema hormonal; también se conocen como xenoestrógenos porque, a pesar de ser externas al cuerpo, imitan los efectos de los estrógenos. Se hallan asociadas a problemas tales como cáncer de mama, pubertad precoz, bajo conteo de espermatozoides, cáncer testicular y malformaciones genitales en los bebés.

Y no sólo eso. En todo el mundo, los científicos han descubierto en los animales salvajes las mismas deficiencias en los órganos sexuales, descenso en el índice de fertilidad y trastornos en el comportamiento debido a la exposición a perturbadores endocrinos.

Los disruptores endocrinos están presentes en pesticidas, detergentes, cosméticos, tintes para el pelo, plásticos, protectores solares, conservantes de alimentos, retardantes de llama, etc. Todos estamos expuestos. Y no a una sustancia, sino a un cóctel cotidiano y prolongado de muchas de ellas. El bisfenol-A y los ftalatos son dos compuestos de este tipo que ya han sido abordados en este blog.


El glifosato o roundup: un disruptor endocrino

Desde hace más de veinte años, el gobierno colombiano, por orden de los Estados Unidos, está asperjando glifosato con avionetas para destruir (en vano) los cultivos de coca. Este tipo de aspersión difunde el pesticida a merced de los vientos en fuentes de agua, poblaciones, selvas y cultivos de todo tipo. El glifosato es un disruptor endocrino capaz de causar problemas reproductivos y hormonales en los animales y los seres humanos. Dichos problemas ya se han documentado y, sin embargo, este atentado a la salud humana y a los ecosistemas continúa. En vista de que el sentido común no es virtud de nuestros gobernantes, esperamos que alguien lleve este caso a los tribunales con base en la información científica sobre los disruptores endocrinos.

Links:
1. El Espectador: "los peligros del glifosato".
3. Página 12: "Soja para hoy, enfermedad para mañana": malformaciones, cáncer y abortos debidos al glifosato.

domingo, 22 de mayo de 2011


pesca de arrastre

Camarones, gambas y langostinos

Estos crustáceos pueden tener dos orígenes: salvajes o cultivados. En el primer caso se capturan mediante la pesca de arrastre, en la cual caen accidentalmente todo tipo de peces sin valor comercial que luego son arrojados muertos. Cuando las redes de arrastre tocan el fondo marino destruyen los corales, acción equivalente a arrasar la selva con un buldócer para capturar unas cuantas especies. Se trata no solamente de un derroche de recursos sino de un verdadero atentado ambiental.

La situación no mejora cuando estos crustáceos se obtienen mediante la acuicultura, pues con ella se desplaza a las poblaciones locales y se destruyen ecosistemas costeros como los manglares. Por otro lado, el abuso de antibióticos en la acuicultura (pero también en la cría de aves, cerdos y vacas) está generando un problema de resistencia bacteriana por el cual las infecciones se vuelven cada vez más difíciles de tratar. El abuso de numerosos productos fitosanitarios en estos criaderos representa una causa de contaminación del mar y un riesgo para la salud de los consumidores.

Pesca de arrastre

La asociación Slow fish advierte que la mayor parte de estos crustáceos "proviene de la pesca de arrastre en aguas intermedias o profundas, un método que causa considerables capturas incidentales. De hecho, la red de arrastre destroza todo aquello que encuentra a su paso: se trate de peces, escualos, tortugas de mar amenazadas o en riesgo de extinción, ejemplares jóvenes, o cualquier otro tipo de vida marina, todo aquello que se iza a bordo termina por ser arrojado, muerto o agonizante, de nuevo al mar".

El departamento de pesca de la FAO señala "la pesca de arrastre del camarón como la principal fuente de descartes, pues representa el 27,3 % (1,86 millones de toneladas) de la estimación total de descartes en la pesca de captura mundial. La tasa conjunta o ponderada de descartes para todas las pesquerías de arrastre del camarón es del 62,3 %, un porcentaje muy elevado en comparación con otras pesquerías."
Acuicultura

En un artículo titulado "El precio oculto del marisco" El País advierte que "el 25% de la superficie que ocupaban los manglares ha desaparecido en los últimos 20 años, fenómeno asociado al establecimiento de las conocidas piscinas camaroneras. En total se han perdido alrededor de cinco millones de hectáreas de este tipo de ecosistemas. Asimismo, este tipo de cultivo demanda un uso intensivo de productos químicos, desde fertilizantes hasta pesticidas, pasando por antibióticos o desinfectantes".

Por todas estas razones, la WWF clasifica al langostino como producto no recomendado en su guía de consumo responsable de pescado. Por su parte, Greenpeace desaconseja el consumo de langostinos en su lista roja de especies pesqueras. Slow Fish también incluye las gambas y camarones entre los productos a evitar.

Links
1. Química y acuicultura: el ejemplo de los langostinos.
2. Productos químicos utilizados en la industria camaronera.
3. Impactos sociales y ambientales nocivos de la acuicultura.
4. Greenpeace ¿Quién paga el precio del langostino?
5. Pesca de camarón, amenaza para las tortugas en Costa Rica (vídeo).
6. Muerte de 15 mil tortugas por pesca de camarón en Costa Rica (vídeo).
7. Descarte de la merluza en la pesca del camarón en Argentina: "Depredación pesquera" (vídeo 1/ vídeo 2).
8. El país: vídeo de un barco arrojando peces muertos por la borda y artículo asociado.

viernes, 20 de mayo de 2011


(subtitulado en español)

Farm to fridge
De la granja al refrigerador

Breve y contundente documental sobre cómo los animales son transformados en carne. Para conocer más en detalle la crueldad que se ejerce contra los animales haga clic en el siguiente menú:

1. Matadero de vacas y terneros.
2. Crueldad en las granjas porcinas.
3. La verdad sobre los huevos y las gallinas ponedoras.
4. El cebado en tela de juicio (tortura de patos).
5. La verdad sobre la pesca del atún.
6. ¿Cómo se cría a los salmones?
7. El precio de comer camarones, gambas y langostinos.
8. La destrucción del mar (matanza de delfines, tiburones y peces).
9. Tigres y orangutanes amenazados por la deforestación.
10. Confirmada la responsabilidad de los insecticidas en la desaparición de las abejas.
11. Declive de los anfibios.
12. Contra las corridas de toros.
13. Contra el sufrimiento de toros y caballos en el ruedo.
14. Matanza de delfines en Perú.
15. Acabemos con la sobrepesca.
16. ¿Por qué las abejas están desapareciendo?
17. Razones para no comer lácteos.  
18. Niño interroga a su madre sobre la carne.


¿Qué podemos hacer?

1. Investigar cómo se obtiene la carne que comemos, pues solemos disociar el filete del supermercado con el sufrimiento del animal en la granja y, luego, en el matadero.
2. Reducir el consumo de carne, adoptar progresivamente una dieta vegetariana y en la medida de lo posible un estilo de vida vegano.
3. Preferir los vegetales biológicos o ecológicos (cultivados sin pesticidas y que por lo tanto no envenenan el agua indispensable para la vida) o cultivar nuestra propia huerta casera.
4. Defender la naturaleza, pues muchas especies están en peligro de extinción porque el hombre destruye su hábitat.
5. Comprar detergentes, productos cosméticos y de limpieza biodegradables, que estén certificados como ecológicos y que no hayan sido testados en animales. Cada nuevo producto químico que se introduce en el mercado es previamente ensayado en los animales. No apoyemos esta industria y exijamos el cese de la tortura en los laboratorios. Vea la lista de productos que no han sido probados en animales y los que sí. PETA también ofrece una lista bastante completa que se puede consultar aquí.
7. No comprar perros ni gatos en las tiendas de mascotas, sino adoptarlos en centros de acogida: para salvar a los animales que han sido abandonados por sus dueños. En algunos lugares sacrifican a los animales que no son adoptados.
8. No asistir a espectáculos donde se maltrate a los animales, como corridas de toros, peleas de gallos, combates de perros, circos, delfinarios, etc. Denunciarlos ante las autoridades y protestar para concienciar al público.
9. No asistir a esas prisiones llamadas zoológicos. En lugar de capturar animales salvajes para encerrarlos en jaulas, se deberían crear vastas reservas naturales donde los animales puedan vivir en libertad.
10. Denunciar el maltrato animal y el tráfico de vida silvestre, así como a los particulares que estén en posesión de animales salvajes.
11. No comprar ropa fabricada con pieles, pues para su fabricación se capturan animales salvajes con trampas que les producen laceraciones en las patas y, a veces, la amputación del miembro, a fuerza de tirar y morder para liberarse. Este es apenas el comienzo de una larga agonía que en ocasiones se prolonga hasta el desuello del animal aún con vida. Otros son matados a garrote. Otros pasan su vida enjaulados.
12. No comprar artículos fabricados con cuero, pues esto supone apoyar la crueldad que se ejerce en los mataderos.
13. Exigir que se detenga la experimentación con animales con fines científicos, pues el avance de la ciencia médica no justifica el martirio de miles de individuos en los laboratorios. Los científicos tienen la obligación ética de desarrollar modelos de sustitución, tales como modelos informáticos o cultivos celulares. 

martes, 17 de mayo de 2011



Homo toxicus

Una documentalista canadiense hace un análisis toxicológico de su sangre y encuentra 110 sustancias contaminantes, entre las cuales metales pesados, manganeso, arsénico, ftalatos, Dioxina, DDT, Retardantes de Llama y Antiadhesivos perflourados, que proceden de la comida, los empaques, los cosméticos, los plásticos, los textiles y toda suerte de artículos presentes en nuestro hogares.

Las sustancias tóxicas emitidas por las chimeneas industriales vuelven con la lluvia a la tierra, fluyen hacia las fuentes de agua y se acumulan en los peces, entrando así en la cadena alimenticia, cuya cima es el ser humano. Nos exponemos a estas sustancias a través de la alimentación y al manipular objetos de uso cotidiano.

El documental aborda especialmente la relación entre los perturbadores endocrinos de exposición cotidiana y cáncer, alergias, problemas de tiroides, de riñones, de fertilidad, sobrepeso e hiperactividad. Encontramos:

  • Bisfenol A en los garrafones para el agua y en otros productos plásticos del grupo 7PC, en el recubrimiento interior de latas de conserva, bebidas enlatadas y termos de aluminio, en biberones, etc.
  • Ftalatos en las cortinas plásticas para la ducha, en envases plásticos, en tuberías y otros artículos de PVC, etc.
  • Retardantes de Llama Bromados en ordenadores, muebles, textiles, etc.
  • Compuestos perfluorados o PFC en las sartenes antiadherentes, envases, pinturas repelentes al agua, alfombras, en la ropa, etc.
  • Parabenos en numerosos productos cosméticos como desodorantes, cremas, espuma de afeitar y champús.
  • Alquifenoles en detergentes, productos de limpieza, perfumes, neumáticos, adhesivos, etc.
  • Triclosán en jabones y geles antibacterianos.

Los peces llevan en sus cuerpo las sustancias tóxicas que arrojamos al medio ambiente; las frutas y verduras son regadas con pesticidas; a las vacas les inyectan hormonas de crecimiento y antibióticos; nuestras casas están llenas de objetos de origen industrial. ¿Cuál es la relación entre este estilo de vida y nuestras dolencias y enfermedades?

Sobre el mismo tema vea los documentales:
Nuestro veneno cotidiano.
El mundo según Monsanto.
Nuestros hijos nos acusarán.
Hombres en peligro.
Tenedores sobre cuchillos.
Otras entradas relacionadas:
Dieta anticáncer.
Los plásticos nos envenenan